El abanico es un artículo que va ligado a nuestro día a día, sobre en todo en zonas de calor como es nuestra tierra. ¿Quién no ha visto a señoras y ¡a caballeros! abanicarse en la parada del bus, en un espectáculo, en el mercado y hasta viendo la tele? Todos hemos usado un abanico o incluso un papel o cartón para darnos aire o espantar insectos pero ¿lo hemos inventado nosotros aquí, de dónde viene?
Nacimiento del abanico
El abanico es más antiguo de lo que pensamos, un artefacto que, aunque parezca mentira, aparece en murales y jeroglíficos del antiguo Egipto. Con otro aspecto, con un largo mango y plumas de avestruz era un signo de distinción. Lo portaban esclavos y ayudantes de cámara para abanicar a sus señores. Era un inequívoco símbolo de poder.
Griegos y romanos también usaban un abanico llamado «flabelum» y numerosos escritos los mencionan. Eunucos y criados los portaban para refrescar y espantar insectos mientras sus señores dormían.
Pero es en China donde el abanico registra su fecha más antigua. Si nos remontamos al siglo VIII antes de Cristo ya aparece un instrumento fijo con forma de palma que sirve para dar fresco a la cara. Siglos más tarde y ya en Japón aparecería el abanico plegable más parecido al que conocemos hoy en día.
Se dice que a España no llegó hasta el siglo XV gracias a los comerciantes portugueses que tenían ruta abierta con Oriente. Aquí arraigó rápidamente, sobre todo en las zonas de más calor.
Evolución
El abanico llega a convertirse en un auténtico complemento de moda allá por el siglo XVII. A juego con los vestidos y sombreros, con bordados y encajes, el abanico es un elemento fundamental a la hora de presentarse en sociedad.
De este modo, también forma parte del lenguaje del cortejo entre mujeres y hombres. Y se convierte así en el «Whatsapp» de la época…un simple giro de muñeca y tu pretendiente ya sabía lo que querías…
Los materiales
De plumas, papel, con mangos de nácar e incrustaciones de piedras preciosas el abanico ha ido evolucionando, buscando materiales ligeros que favorezcan su manejabilidad.
Bailar con abanicos
El entorno del flamenco en el que nos movemos, es muy conocido el baile con abanicos. Un instrumento que le proporciona, al igual que los mantones, aún más movimiento y belleza a la bailaora o bailaor. Se suele hacer con un abanico de grandes dimensiones llamado «pericón». Sin embargo, no fue el flamenco el que lo introdujo en los escenarios. También los orientales fueron pioneros en esto. Existen datos de más de 4.000 años antes de Cristo, de danzas coreanas con abanicos. Curiosamente otros países del mundo incluyen en su folclore las danzas con abanicos.
Dónde comprar abanicos
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